jueves, 23 de diciembre de 2010

El petróleo amenaza de nuevo el Delta del Ebro

El petróleo nos deja un último “regalo” navideño para culminar este negro año 2010. Ayer Salvamento Marítimo tuvo que activar el Plan Nacional de Contingencias marinas tras el vertido de entre 120.000 y 180.000 litros de crudo en una plataforma petrolífera de Repsol frente al Delta del Ebro. La mancha de petróleo tiene una extensión de 19 km2 y se encontraba ayer a 24 kilómetros de la costa. Afortunadamente, el viento está conduciendo el vertido mar adentro, lo que facilitará las labores de recogida y, sobre todo, alejará la marea negra del Delta del Ebro, un espacio natural protegido de gran valor ecológico. Al menos de momento.

Imagen del vertido difundida por Salvamento Marítimo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La propaganda verde de BP

Seguramente habréis visto ya el anuncio que BP ha estado publicando en la prensa española desde hace un par de semanas. “El vertido se detuvo en julio. Nuestro compromiso continúa”. Estas son las palabras que encabezan el anuncio, el último movimiento de la agresiva campaña de “greenwashing” que BP está realizando desde el momento en que estalló la plataforma Deepwater Horizon. La petrolera gastó en publicidad $93 millones entre abril y finales de julio de 2010, más del triple de lo gastado en el mismo periodo de 2009. Las acciones de BP se hunden, el vertido les ha costado más de $100.000 millones, y tienen que recuperar nuestra confianza como sea.



domingo, 19 de diciembre de 2010

El Gobierno transgénico

Los cables del Departamento de Estado de EEUU difundidos por Wikileaks están sacando a la luz algunas de las más oscuras prácticas del Gobierno de Zapatero relativas a muchos asuntos, como los vuelos de Guantánamo o el asesinato de José Couso. Lo último son los transgénicos.

A muchos españoles se nos ha debido atragantar el desayuno cuando hemos leído esta mañana en la portada de El País que “EEUU y España hicieron ‘lobby’ en la UE en favor de los transgénicos”. La noticia revela cómo el Gobierno de Zapatero ha trabajado codo con codo con las grandes multinacionales estadounidenses como Monsanto para evitar la limitación de los transgénicos en la Unión Europea.

Acción ecologista contra cultivos transgénicos en Gerona.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La cara y la cruz de la recuperación del Águila Imperial

Buenas noticias para el futuro del Águila Imperial, uno de los mayores emblemas de nuestra biodiversidad: ya hay más de 300 parejas en la Península Ibérica. Lo ha anunciado hoy Angelo Salsi, el jefe de la Unidad de Programas LIFE de la Comisión Europea. LIFE es un instrumento de la Unión Europea que financia medidas y actuaciones en favor del Medio Ambiente, con objetivos a largo plazo. En los últimos 15 años, España ha recibido más de diez millones de euros de los fondos LIFE para recuperar al Águila Imperial Ibérica, y como finalmente podemos comprobar, la inversión ha dado sus frutos.

martes, 14 de diciembre de 2010

La lucha contra la destrucción de la biodiversidad canaria sigue viva

Los grupos ecologistas no tiran la toalla en su pelea contra el nuevo Catálogo de Especies amenazadas de canarias. La organización Ben Magec-Ecologistas en Acción ha publicado hoy un comunicado en el que denuncia que “el Gobierno de España está cometiendo una infracción grave al renunciar a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra el nuevo Catálogo de Especies Protegidas de Canarias”. Para Ben Magec, la falta de interés del Gobierno se debe únicamente a intereses políticos, pues “el Ministerio de Medio Ambiente dispone desde hace meses de un recurso preparado con sobrados argumentos sobre la inconstitucionalidad de esta Ley.” 

lunes, 13 de diciembre de 2010

Un Nobel explicando el cambio climático

Quiero compartir aquí el programa de Redes de anoche, porque deja las cosas muy claras respecto a un tema que está muy de actualidad estos días: el cambio climático. El invitado del programa es Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995 por sus investigaciones sobre los CFC's y su efecto sobre la capa de ozono.

De la mano de Mario, el programa analiza el problema del cambio climático, no sólo en su dimensión científica, sino más bien en su dimensión social. Se apunta a un tema clave como es la falta de prevención, pues normalmente tendemos a intentar sanar lo que ya hemos hecho mal en vez de dejar de hipotecar nuestro futuro quemando combustibles fósiles, por ejemplo. 

Molina también habla de el escaso compromiso que en general tiene la sociedad a la hora de hacer esfuerzos por el medio ambiente mirando al futuro. Sin que haya un cambio en esta actitud, difícilmente podremos tomar las valientes decisiones que hacen falta para detener el calentamiento global. “Mas calentamiento es inevitable, pero el nivel de calentamiento futuro está en nuestras manos”, dice el Premio Nobel.

Sin más os dejo con el vídeo. ¡Que lo disfrutéis!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Éxito total de la jornada de Equo sobre el movimiento verde europeo

El sábado 11, a las 10 de la mañana, la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid estaba abarrotada de gente que esperaba el comienzo de la jornada “El Movimiento Político Verde en Europa”. Juan Behrend, de la Fundación Verde Europea, se mostró “sorprendido” por el lleno de la sala en un momento tan poco apetecible como un sábado por la mañana, y felicitó a Equo por el impresionante nivel de convocatoria conseguido. La Equomunidad respondió, y no es para menos, ya que se trataba de un acontecimiento histórico: como señaló Reyes Montiel durante la presentación, “esta es la primera jornada organizada por Equo.” Además de madrileños, a la jornada asistieron personas de todas las partes de España, e incluso de Europa. Esto va muy rápido, y nadie quiere perderse cómo nace Equo; la marea verde en España crece y crece y crece. 
La sala donde se celebraron las jornadas, completamente llena

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cancún rescata la negociación climática internacional

La Cumbre de Cancún se ha cerrado hoy, tras 12 días de trabajo, con un inesperado y positivo acuerdo que da un gran impulso a la negociación climática internacional. A pesar de las pocas esperanzas que había puestas en el éxito de la Cumbre, finalmente se ha logrado un acuerdo que salva el proceso multilateral de Naciones Unidas contra el cambio climático. El Acuerdo de Cancún restaura la credibilidad de la ONU como foro para frenar el cambio climático, y desde ese punto de vista es bienvenido.

El UNFCCC ha emitido una nota de prensa tras la aprobación del acuerdo, en la que se afirma que “la Cumbre de Cancún ha acabado con la adopción de un paquete equilibrado de decisiones que colocan a todos los gobiernos de forma más firme en el camino hacia un futuro de bajas emisiones y que apoyan aumentar la acción contra el cambio climático en el mundo en desarrollo.”

“Esto no es el final, sino un nuevo comienzo. No es suficiente para el largo plazo pero es la base esencial donde construir una mayor ambición colectiva”, ha dicho Christina Figueres, la Secretaria Ejecutiva del UNFCCC.

Las organizaciones ecologistas han celebrado el acuerdo porque se encamina hacia un pacto climático global, pero han señalado al mismo tiempo que se trata de un acuerdo de mínimos. "Cancún ha salvado el proceso de Naciones Unidas, pero no ha salvado el clima ", ha declarado el director del equipo político de Greenpeace Internacional, Wendel Trio.  Para él, esta reunión "ha demostrado que los gobiernos pueden cooperar y avanzar juntos hacia el acuerdo global", pero ha recordado que “seguimos necesitando la forma de un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante que garantice que seremos capaces de evitar los peores impactos del cambio climático".



En España, Equo ha emitido un comunicado en el "da la bienvenida" al acuerdo porque "permite mantener viva la esperanza en la lucha multilateral contra el cambio climático", aunque los acuerdos alcanzados son “claramente insuficientes” y ponen evidencia la falta de “voluntad política y compromiso” contra el cambio climático. "Es cierto que hay aspectos positivos, pero no podemos sentirnos satisfechos, porque se ha dejado la firma de un acuerdo vinculante para la cumbre de Sudáfrica en 2011.Una vez más se retrasa la toma de decisiones, lo que es intolerable dada la gravedad de la situación” ha afirmado el director de Equo, Juan López de Uralde.

Aunque en parte están en lo cierto, ya que lo que verdaderamente necesario es un acuerdo global definitivo contra el cambio climático, creo que sí que podemos darnos por satisfechos con lo que ha pasado en Cancún, sobre todo teniendo en cuenta que ya se sabía de antemano que ese acuerdo no se iba a alcanzar aquí.

No quiero ser pesimista hoy, así que me centro en el aspecto que hace positivo lo que se ha pasado en Cancún: ha devuelto la esperanza, después del fracaso de Copenhague, de que es posible que se apruebe un acuerdo global contra el cambio climático. Se ha reencauzado el proceso, y en Durban debería firmarse por fin ese acuerdo “FAB” que los científicos y los ecologistas demandan desde hace tanto tiempo.

Queda un año hasta Durban, que no será nada fácil, y toca trabajar para que la buena voluntad que han demostrado los distintos gobiernos en esta Cumbre de Cancún no se quede en nada.

Puntos destacados del acuerdo

Se ha aprobado la creación de un “Fondo Climático Verde” dentro de la Convención, a través del cual los países desarrollados deberán financiar la adaptación y mitigación al cambio climático de los países en desarrollo. El texto habla de movilizar 30.000 millones de dólares ahora y 100.000 millones anuales a partir de 2020. Al final, el Fondo no estará dirigido por el Banco Mundial, como pedían las organizaciones sociales presentes en la Cumbre. Aún deben identificarse las fuentes que suministrarán el dinero del fondo.

Otro de los asuntos fundamentales que se ha acordado en Cancún es un mecanismo para reducir la deforestación en países en desarrollo. Los países desarrollados se comprometen a ayudar financiera y tecnológicamente para frenar la deforestación y la degradación de los bosques, que son responsables de una buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero globales, cerca de un 15% del total. También se han mejorado los mecanismos de transferencia de tecnologías limpias a los países pobres.

En cuanto al tema de la transparencia, en el que tanto insistía EEUU, se ha aprobado la puesta en marcha de un sistema de control de emisiones “no intrusivo, ni punitivo, y respetuoso de la soberanía nacional", que será realizado por expertos. También se reconoce la necesidad de que los países en desarrollo actúen para reducir emisiones.

Christina Figueres, la Secretaria Ejecutiva del UNFCCC, y Patricia Espinosa, la Presidenta de la COP16, tras la aprobación del acuerdo.
Se ha logrado la inclusión en el marco del UNFCCC de los compromisos que se tomaron tras la Cumbre de Copenhague del año pasado, aunque se reconoce que estos compromisos de reducciones están muy lejos de lograr que la subida de temperatura no supere los dos grados. Este límite de los dos grados será revisado en el futuro, según avancen las investigaciones científicas, y podría llegar a situarse a largo plazo en 1'5ºC. También es positivo que por fin se haya aludido a los porcentajes de recorte de emisiones para países desarrollados que pedía el IPCC en su último informe: un recorte de entre un 25 y un 40% para 2020 respecto a las emisiones de 1990.

La decisión de si se prolongará el Protocolo de Kyoto con una segunda fase de compromiso se deja para el año que viene, después de los problemas que ha habido con ese tema, principalmente la oposición de Japón a mantener vivo el Protocolo después de 2012. Al final, se ha salvado ese escollo en el texto afirmando que "se deben completar los trabajos" para prorrogar Kioto "lo antes posible, para que no haya una brecha entre el primer y el segundo periodo de cumplimiento". Eso sí, el Acuerdo de Cancún demanda a los países desarrollados que se “eleve el nivel de ambición en reducción de emisiones.”

Para concluir, hay que destacar la buena labor que ha ejercido la Presidencia mexicana de la Cumbre, que ha trabajado intensamente para tender puentes entre los distintos bloques y evitar los bloqueos, en contraste con la lamentable actuación de la Presidencia danesa el año pasado en Copenhague.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El devastador coste oculto de los langostinos

A los españoles nos encantan los langostinos. Gracias a la bajada de precios se ha disparado el consumo de estos crustáceos en nuestro país, y de hecho ya somos el mayor importador de la Unión Europea. Los langostinos se han convertido en un plato indispensable en estas fiestas que se nos vienen encima: son ya un producto típico navideño más, al nivel de los polvorones o el turrón. ¿Pero conoce la gente las terribles consecuencias que tiene comer langostinos?
 

jueves, 2 de diciembre de 2010

El Ayuntamiento de Rivas pega una patada al Medio Ambiente

Seguro que muchos conoceréis Rivas-Vaciamadrid, o al menos habréis leído en la prensa. Rivas está gobernada por IU, y en los últimos años el Ayuntamiento se ha esmerado en ofrecer una imagen muy verde de la ciudad, promocionando actividades como los huertos urbanos o construyendo un parque y un bonito auditorio sobre el antiguo vertedero de Madrid.


Menos biodiversidad equivale a más enfermedades

La revista Nature publica hoy un estudio que defiende que la pérdida de biodiversidad favorece la transmisión de enfermedades infecciosas en humanos, como la enfermedad de Lyme o el virus del Nilo Occidental.

El grupo de científicos responsables del estudio ha estado coordinado por la bióloga Felicia Keesing, del Bard College de Nueva York, y sus conclusiones corresponden al análisis de investigaciones publicadas desde 2005. Según el estudio, la pérdida de especies en ecosistemas como bosques, sabanas o arrecifes de coral, provoca un gran aumento en la transmisión de enfermedades infecciosas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Contra la "Ley Mordaza"

El Gobierno de Esperanza Aguirre vuelve a amenazar los derechos democráticos de los madrileños. En el anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, se plantea la eliminación de todos los órganos consultivos de los espacios protegidos, de la red de vías pecuarias y de caza y pesca de la Comunidad de Madrid. Esta supresión de los órganos de participación ciudadana se justifica por motivos económicos, pero ese argumento es un engaño total, ya que no tienen coste alguno: no tienen sede y sus miembros participan gratuitamente.

Estos organismos están formados por asociaciones ecologistas, sindicatos, consumidores, científicos, agricultores, ganaderos, y su función es asesorar e informar en materia ambiental a la Consejería de Medio Ambiente. Entre ellos se encuentran los Patronatos y Juntas Rectoras de los Parques Regionales de Madrid.

martes, 30 de noviembre de 2010

La vergonzosa "gestión" de los escombros de Madrid

El domingo una noticia en la portada del suplemento Madrid del diario El País ponía sobre la mesa un problema que existe en nuestra región relativo a los residuos derivados de la construcción y la demolición. Este problema es poco conocido, pero no por eso menos grave.

En la noticia, titulada "El reciclaje está en ruinas", se denunciaba que en Madrid no se reciclan los residuos de construcción, como estipula la ley. La noticia denunciaba dos tipos de prácticas muy concretas:


La primera, que empezó con el final de la crisis ante la bajada del volumen del negocio, implica a algunos vertederos, que en vez de reciclar el material que reciben como obliga la ley, lo vierten sin ningún control. El autor de la noticia del País lo explica muy bien en este párrafo:

Lo que está sucediendo tiene que ver con las crisis. Los camiones con los contenedores deberían ir al vertedero y pagar 10 euros por el tratamiento de sus desechos. Casi el 90% sería reutilizable. Ladrillos, cascotes, tuberías, plásticos. Pero en varias de estas plantas les dejan pasar de largo y tirar todo mezclado a un hoyo indiscriminado. Exactamente lo que se hacía hace años. Lo que no se debe hacer y lo que está sancionado con multas.Les dejan hacerlo a cambio de solo cuatro euros. De ese modo se garantizan que usan sus instalaciones.


La otra práctica, que se ha dado desde siempre, consiste en tirar los escombros donde sea. En ocasiones se tiran en solares "habilitados" como vertederos, o en naves industriales, o incluso en zonas protegidas como el Parque Regional del Sureste, donde se han encontrado decenas de escombreras ilegales. El daño medioambiental que causan es enorme.

No se trata de un problema nuevo, como demuestra este reportaje publicado en soitu , que denunciaba lo mismo hace más de un año. La Comunidad de Madrid, mientras tanto, mira hacia otro lado y no hace nada por resolver el problema. Como se explica en el artículo de El País, "la Comunidad tiene abiertos muchísimos expedientes, pero hay un problema: las ganancias saltándose las normas son superiores a lo que suponen las multas de la Administración." ¡Si es que hasta sale rentable! Así, ¿para qué preocuparse de reciclar?



Este tipo de contaminación no es ninguna tontería: en 2006, cada madrileño generó una media de 1 tonelada de residuos de construcción. Y su vertido incontrolado causa graves problemas medioambientales, contaminando el suelo y los acuíferos...

Para cerrar, pego una nota que ha enviado hoy la Coordinadora Verde de Madrid denunciando este tema y reclamando que se tomen medidas desde la Consejería de Medio Ambiente:

La Coordinadora Verde de Madrid demanda una gestión sostenible de los residuos de la construcción

La Coordinadora Verde de Madrid exige, ante las recientes informaciones aparecidas en la prensa, que se cumpla la legislación en materia de reciclado de residuos de construcción y demolición (RCD’s). Es inadmisible que, como consecuencia de la crisis del ladrillo, se dejen de tratar y reciclar correctamente los residuos de la construcción en la Comunidad de Madrid.

De acuerdo con el Real Decreto 105/2008, hoy en día se prohíbe tirar nada que no haya pasado antes por una planta de tratamiento donde se haya extraído todo aquello que pueda ser reciclado. Por tanto, las evidencias de que se están vertiendo residuos de forma incontrolada deberían ser investigadas y castigadas en consecuencia.

Desde la Coordinadora Verde de Madrid demandamos al gobierno de Esperanza Aguirre que no siga mirando hacia otro lado en este tema y ejerza su responsabilidad haciendo cumplir la ley. Estas prácticas tienen consecuencias muy graves para el Medio Ambiente, ya que ante la falta de control, existe la posibilidad de que se produzcan vertidos de residuos peligrosos, como aceites, disolventes o pinturas. Estos residuos acaban contaminando el suelo y los acuíferos, en perjuicio del medio ambiente y de la salud de los ciudadanos.

El principio de “quien contamina paga” se pervierte una vez más, convirtiéndose en “quien contamina ahorra”. El gobierno de la Comunidad de Madrid debe acabar con estas prácticas ilegales y empezar a trabajar en serio por una gestión verdaderamente sostenible de los residuos.

domingo, 28 de noviembre de 2010

El ICCAT fracasa en la protección del atún rojo

Tras las reuniones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés) en París, se ha acordado una reducción mínima del 4% en las capturas de atún rojo en el Atlántico para el año 2011, por lo que la cuota se queda en 12.900 toneladas. Las organizaciones ecologistas, que exigen el cierre de las pesquerías, han denunciado este acuerdo como un “fracaso absoluto en la protección del atún rojo”. Hay que recordar que las organizaciones ecologistas defendieron la prohibición total del comercio internacional de atún rojo en la última reunión de la convención CITES, con el apoyo de la Unión Europea al completo, entre otros países, y a pesar de ello el CITES no incluyó al atún rojo en el convenio.



Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España, comentó:
Estamos especialmente decepcionados con el papel del Gobierno español, que ha vuelto a defender los intereses cortoplacistas del sector industrial frente a la recuperación de la especie, ignorando su compromiso internacional de crear un Santuario para la especie en Baleares, desoyendo a los científicos y amenazando el mantenimiento de los 2.500 empleos del sector artesanal que depende de este recurso en nuestro país. Esto no es una política pesquera sostenible, ni una política ambiental, ni una política social: es sencillamente una apuesta por la extinción del atún rojo.

“Pese a la retórica florida, ICCAT ha sido lo de siempre. Está claro que los distintos países no han venido a París a preservar las especies de las que son responsables. ICCAT se ha declarado incapaz ante todo el mundo”, denunció el Dr. Michael Hirshfield, Vicepresidente de Oceana.

Según los científicos, los caladeros actuales de atún rojo están en situación crítica y sostienen que si la pesca no se reduce significativamente, se producirá un colapso en la población de la especie. Después de rebuscar un poco en mi biblioteca, he encontrado el número de Abril de 2007 de la National Geographic, en el que se incluía un especial (de lectura imprescindible, por cierto) sobre la crisis mundial de la pesca. Uno de los reportajes se titulaba “La tragedia del atún rojo”, y ya se alertaba entonces de la situación insostenible a la que estábamos llevando a la especie. “El Mediterráneo se halla en una situación en que si las poblaciones de atún rojo aún no han comenzado a desaparecer, están a punto de hacerlo. Cuando abordamos en la ICCAT el problema del atún rojo, los razonamientos científicos fueron ignorados. Me sentí como si, en calidad de director, estuviera presidiendo la defunción de uno de los peces más espléndidos que han surcado el océano”, contó William T. Hogarth, el entonces director del ICCAT, a National Geographic.

Las cuotas ya se redujeron el año pasado un 40%, pero incluso una reducción aparentemente tan grande se consideró muy insuficiente por parte de la comunidad científica. Es muy triste que una y otra vez se desoigan las recomendaciones científicas en favor de intereses económicos cortoplacistas, como los de la industria pesquera, que solo miran al beneficio inmediato.

Ante esta incapacidad, sólo nos queda utilizar nuestro poder como consumidores para, al menos, no contribuir a la extinción de este maravilloso rey de los océanos. Hace tiempo que existe un boicot en Europa al consumo de atún rojo, y hace 4 días WWF anunciaba que 50 empresas europeas, algunas de la talla de Carrefour o Eroski, se comprometían a no comprarlo ni comercializarlo hasta que sea gestionado de forma sostenible y se empiece a recuperar la población. Enhorabuena a WWF por este logro, y por los esfuerzos que está haciendo para proteger al atún rojo. Ojalá no sea demasiado tarde para salvar a este emblema de nuestros mares.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Último día en CONAMA10

Ayer volví al Conama para echar una mano en el stand de Equo y para darme una última vuelta por el congreso antes de la clausura. Me he llevado una impresión estupenda del Conama, ya que aunque sólo he podido estar en 2 de las más de 100 actividades que se organizaban, ambas me resultaron muy interesantes e instructivas. Intentaré no perderme ninguna de las próximas ediciones del congreso, igual organizo un grupo en la universidad para ir, ya se verá.

Una de las dos actividades a la que pude asistir durante estos días fue el último debate del Conama10, “Sostenibilidad y desarrollo global”. Me escapé del stand de Equo con la excusa de ir a escuchar a Alejandro Sánchez, uno de los promotores de Equo, que estaba invitado como (ex) director de SEO/Birdlife. Alejandro fue muy claro en su intervención, exponiendo los principios fundacionales de Equo. “Esta crisis es un síntoma más de la insostenibilidad a la que estamos llevando el desarrollo humano. Hay que darle la vuelta a este desarrollo”, dijo. A propósito de la crisis financiera, Alejandro señaló con un punto de ironía que “parece que queremos que el capitalismo se autodestruya y renazca de sus propias cenizas”. También defendió la necesidad de “crear un sistema de gobernanza mundial, que sea verdaderamente democrático y donde la ciudadanía haga oír su voz. Hace falta reformar profundamente la ONU, porque es ineficiente (asuntos de seguridad, las reuniones sobre cambio climático…).” “Debemos autoorganizarnos y participar en las organizaciones de la sociedad civil, que son las que pueden hacer propuestas válidas para que los gobiernos entiendan cuáles son las demandas de la ciudadanía”, concluyó.

Luis M. Jiménez Herrero, del Observatorio para la Sostenibilidad en España, explicó que hace falta “una nueva cooperación global que permita un desarrollo sostenible mundial”. Es necesario un “eco-orden mundial” que promueva una “ecopaz mundial sostenible” en la que todos vivamos mejor. Sin mencionarlo, defendió posiciones del decrecimiento: “los ricos tendremos que vivir con un poco menos para que los pobres vivan mejor.” Rosa Elcarte, de la AECID, señaló la relación que existe entre pobreza y desarrollo ambiental, “que son la cara de la misma moneda”. Desde AECID quieren un desarrollo global “alto en equidad”, pues el esfuerzo de reducción de emisiones de carbono, por ejemplo, “tiene que ser proporcional”.

Además de las actividades, estar detrás del stand de Equo dando a conocer el proyecto ha sido una experiencia fantástica. Cuando me dijeron que tendría que estar “representando” a Equo durante el Conama y explicando a los congresistas lo que es el proyecto, tengo que admitir que me entraron sudores fríos y pensé que lo iba a pasar muy mal, con lo tímido que soy para estas cosas. Pero la gente que pasó por el stand mientras yo estuve allí nos recibió muy amablemente, con los brazos abiertos: a los profesionales del Medio Ambiente les ilusiona el proyecto tanto como a todos los demás, y eso es una buena señal. Las frases más repetidas ante el stand, cuando contábamos a la gente qué era eso de Equo, eran del tipo ‘¡Vaya, ya era hora de algo así!’, ‘Completamente de acuerdo’ o ‘¡Qué tengáis mucha suerte!’. Es verdad que estaban todos convencidos de antemano, pero sigue haciendo ilusión que Equo despierte tantas simpatías entre la gente.



Sobre todo entusiasmaba una idea en la que nosotros insistíamos mucho: Equo está en construcción, y tiene que construirse entre todos y todas. Tienen que participar todas las personas a las que les preocupa la sostenibilidad ambiental, la equidad social, las generaciones futuras… Ese es el mensaje que transmitimos a todas las personas que pasaron por el stand, y es fantástico que tantas personas (más de 300 en toda la semana) se apuntaran en las listas de la “Equomunidad” para participar en los grupos de trabajo que van a empezar a funcionar dentro de poco. Estudiantes, profesionales de distintos sectores (expertos en energías renovables, abogadas ambientales…), todos dispuestos a poner su parte y participar en la creación de Equo. Es normal cuando se ofrecen promesas y esperanzas, ¿no?

En este sentido, quiero recordar lo que explicó Roberta Moreno, del Partido Verde Brasileño, en la charla de hace una semana que organizó Jóvenes Verdes, “El papel de la juventud en el futuro del movimiento verde”. Roberta nos contó que cuando Marina Silva entró en el partido, la sociedad quiso entrar con ella, “y tuvimos que aprender a caminar con la sociedad”. Hay una gran diferencia: Equo no es un partido, ya se verá si finalmente lo es, pero creo que la idea de caminar con la sociedad es fundamental. Compañeros de viaje no van a faltar, eso seguro.

jueves, 25 de noviembre de 2010

COP16 (Parte 3/3)

Y después de 2012, ¿qué?

Todo apunta a que el desarrollo de la COP16 será, como la novela de García-Márquez, la crónica de una muerte anunciada. Mientras la comunidad científica y gran parte de la sociedad civil demandan medidas urgentes contra el cambio climático, al tiempo que se desesperan ante la inacción que impera en este tema, ya se ha descartado la aprobación en Cancún de un acuerdo legalmente vinculante que fije medidas concretas de reducción de emisiones a escala global. La Unión Europea tiene una nueva oportunidad para recuperar el liderazgo perdido, aumentando el compromiso unilateral de reducción de emisiones para 2020, un 30% respecto a los niveles de 1990, y multiplicando los esfuerzos para conseguir la aprobación del tan esperado acuerdo lo antes posible, como muy tarde en la COP17 que se celebrará en Sudáfrica el año que viene.

Después de 2012, año en que expira el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, los estados miembros deben haber acordado un segundo periodo de compromiso con reducciones concretas de emisiones para los países que forman parte del Anexo I del Protocolo (los países industrializados), con metas para 2020 y también 2050. Esta reducción debe ser, de acuerdo a las recomendaciones del IPCC, de entre el 25 y el 40% para 2020 con respecto a los niveles de 1990, y de entre el 80 y el 95% para 2050. También será necesario establecer otro acuerdo que establezca los compromisos contra el cambio climático de los países que no forman parte del Anexo I del protocolo, los países en desarrollo. Estos países deben, con la ayuda financiera de los países desarrollados, limitar su crecimiento de emisiones entre un 15% y un 30% para el año 2020. Es muy posible que estos recortes deban aumentarse, pues según gran parte de la comunidad científica, el IPCC se quedó corto en su último informe: el glaciólogo estadounidense Gordon Hamilton advirtió en una reciente entrevista que “el último informe (del IPCC) sólo recogía los avances científicos hasta 2005, y las predicciones que hizo en 2005 no eran ni tan siquiera realistas.” Estados Unidos, por supuesto, debe cambiar radicalmente su actitud obstruccionista y aceptar su enorme responsabilidad en la crisis climática, comprometiéndose a fuertes recortes de emisiones en los próximos años, mayores que el 17% que comprometió voluntariamente tras el acuerdo de Copenhague.

Este es un momento crítico en la historia de la humanidad. Nuestros líderes políticos deben hacer caso de una vez por todas a las recomendaciones de los científicos, cuando se agota el tiempo para detener el cambio climático. La crisis climática no supone un riesgo para el futuro de la vida en nuestro planeta, pues ya se han experimentado cambios igual (o más) graves y radicales en el pasado, y aquí seguimos. Lo que sí que supone es una evidente amenaza para la supervivencia de la humanidad. Sabemos que hace falta actuar de inmediato para evitar una catástrofe a escala global, y a pesar de ello, las cosas siguen igual que hace unos años.

A esta conducta se le han asignado muchos calificativos: tremendamente irresponsable, inconsciente, estúpida, o incluso suicida. Y lo que parte del mundo se pregunta en estos momentos, antes de que los líderes mundiales dejen pasar una nueva oportunidad para detener el cambio climático, es: ¿hasta cuándo?


Fuentes bibliográficas consultadas
- Guía para periodistas sobre cambio climático y negociación internacional, Secretaría de Estado para Cambio Climático, MARM.
- Posicionamiento de la Coalición Clima sobre la COP16.
- 'Fourteen days to seal history's judgment on this generation', The Guardian, editorial.
- Posición de Greenpeace sobre el acuerdo de Copenhague.
- Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
- Archivo de EFEverde.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La coalición Ecolo-Verdes se presenta en Madrid con un acto público

Ayer se celebró el primer acto público organizado por la Coordinadora Verde de Madrid, “Las dimensiones de la crisis. Hay una salida en verde.” Los participantes defendieron de manera unánime la existencia de una crisis sistémica que hace indispensable un cambio en el actual modelo socioeconómico. Esta crisis es doble: una más inmediata, de carácter financiero; y otra mucho más profunda, la crisis ecológica. En el acto, que tuvo lugar en la sede de UGT en Madrid, se presentó la coalición Ecolo-Verdes, con la que la Coordinadora Verde concurrirá a las próximas elecciones autonómicas y municipales, en 2011.

Ramón Linaza, coportavoz de la Coordinadora Verde de Madrid, afirmó que “el objetivo es construir un partido junto a la Fundación Equo que trabaje por la ecología política. Hay una marea verde en todo el mundo que debe trasladarse a España.” También explicó que el nuevo partido que surja de este proceso será “reticular”, ya que “se necesitan nuevas formas de organización política, mucho más transversales.” Para Linaza, “hay una salida en verde a la crisis porque un modelo que tenga en cuenta los límites físicos del planeta puede crear empleos de calidad, frente al empleo precario que genera el actual modelo desarrollista y productivista.”


La coportavoz de la Coordinadora Verde estatal, Sonia Ortiga, insistió en la idea del partido que trabaja en red y sostuvo que “la Coordinadora Verde es un espacio verde y social de encuentro.” También defendió la necesidad de plantear seriamente la opción del decrecimiento a través de “una revolución dentro de cada persona, pues tenemos que aprender a vivir mejor con menos.”

Por parte de la Fundación Equo acudió Reyes Montiel, ex diputada de la Asamblea de Madrid, que aseguró que “la ciudadanía debe recuperar el control político a través de una democracia radicalizada.” Reyes Montiel afirmó que “la corrupción es inherente al sistema actual”, y que las últimas reformas “suponen un grave retroceso a nivel político y democrático”. “Últimamente nos gobiernan los mercados”, añadió. Juantxo López de Uralde, el promotor de Equo, tuvo que cancelar su asistencia al acto por problemas de agenda.

También participaron en la conferencia Ana Etchenique, vicepresidenta de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios, y Daniel Vila, de ATTAC
Madrid
. Ambos insistieron en la idea de que la crisis es la consecuencia del modelo capitalista. Daniel Villa definió el capitalismo actual como “un capitalismo financiero que está absorbiendo todos los aspectos de la vida social, política y pública.” Ana Etchenique sostuvo que “como consumidores tenemos mucha fuerza para hacer que esto cambie.”

Al acto acudieron un buen número de simpatizantes de la nueva plataforma y del movimiento verde, que aportaron sus diversos puntos de vista al debate. En las intervenciones se incidió de forma casi unánime en la idea de que el modelo actual está agotado; y también que hacen falta proyectos como Ecolo o Equo para superar el actual modelo desarrollista que está poniendo en peligro el futuro de nuestro planeta. También se insistió en la necesidad de devolver la soberanía política a la ciudadanía, ya que las decisiones políticas se han trasladado a los mercados financieros, poniendo en cuestión la esencia misma de la democracia.

Ramón Linaza cerró la charla defendiendo que “ya conocemos las propuestas de futuro que se necesitan para superar la crisis: la Fundación Biodiversidad y el Observatorio de la Sostenibilidad acaban de presentar en CONAMA el informe "Empleo Verde" y más de 100 organizaciones ecologistas han pedido un cambio de rumbo económico hacia la sostenibilidad. Lo que falta es voluntad política para convertir dichas propuestas en políticas públicas, y por eso es necesaria una nueva formación política que escuche a la sociedad civil y a los movimientos sociales para trasladar sus propuestas a las instituciones".

martes, 23 de noviembre de 2010

COP16 (Parte 2/3)

La decepción de Copenhague

En Copenhague se debía conseguir un acuerdo justo, ambicioso y vinculante que lograra frenar el cambio climático. La comunidad científica mundial, encabezada por el IPCC (el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU), advierte de las catastróficas consecuencias que tendría para la humanidad un aumento de 2ºC en la temperatura media global respecto a la temperatura preindustrial, cuando la temperatura se encuentra ya 0,8ºC por encima de los niveles preindustriales. El efecto de este incremento en la temperatura global sería irreversible, al menos desde una perspectiva humana, con la proliferación de desastres como olas de calor, inundaciones, una subida en el nivel del mar, fenómenos meteorológicos extremos o la destrucción de ecosistemas y un aumento en la pérdida de biodiversidad. El objetivo es actuar ya para quedarnos lo más lejos posible de ese aumento de 2ºC, el llamado "umbral de seguridad" climática. A propósito de ese umbral, muchos defienden que se baje hasta 1'5ºC, como por ejemplo los pequeños estados insulares, que acudieron a Copenhague con el lema "1'5ºC para sobrevivir".


Los expertos coinciden en que el tiempo para asegurar la estabilidad del clima se agota, y advierten, por ejemplo, de la necesidad de que las emisiones de CO2 antropogénico alcancen su pico máximo en un plazo de entre 5 y 10 años. A partir de entonces sería imposible evitar un nivel de concentración de CO2 en la atmósfera (450ppm) que aumentaría la temperatura media global por encima del umbral de seguridad.

Las grandes expectativas puestas en la Cumbre del Clima de Copenhague se correspondían con lo mucho que estaba en juego. Del mismo modo, la frustración por el fracaso de la cumbre fue tan grande como las expectativas que había generado. Es innegable que la cumbre de Copenhague invitaba al optimismo, pues la inmensa mayoría de la comunidad internacional reconocía la gravedad del problema y la necesidad de actuar. A la cumbre asistieron miles de representantes de ONG, de la sociedad civil y también periodistas procedentes de todo el mundo. En un movimiento histórico, 56 periódicos de 45 países publicaron un editorial conjunto titulado ‘Catorce días para sellar el juicio de la historia a esta generación’, en el que demandaban un acuerdo justo a los líderes mundiales por la “grave emergencia a la que se enfrenta la humanidad”. Pero los dirigentes allí reunidos fueron incapaces de conseguir más que un tibio acuerdo, una mera declaración política, muy lejos de la urgencia que se requiere para frenar el cambio climático. El acuerdo se aprobó en una reunión al final de la cumbre entre EEUU, China, y las otras potencias emergentes (India, Brasil, Sudáfrica), en un intento desesperado por aparentar que en Copenhague se había conseguido algo. Ni siquiera obtuvo el consenso necesario para ser aprobado como conclusión de la COP, pues algunos de los países cuya supervivencia depende del Cambio Climático, como los pequeños estados insulares, se negaron a firmarlo.

Tampoco lograron engañar al mundo, que recibió el débil acuerdo como un nuevo y estrepitoso fracaso de la comunidad internacional, completamente incapaz de sacar nada en claro de una cita que había generado unas expectativas muy grandes. Greenpeace denunció esta estafa colándose en la cena de galas de los mandatarios, con el lema “Los políticos hablan, los líderes actúan.” A los activistas encargados de llevar a cabo la valiente protesta les hicieron pasar las navidades en prisión, en lo que fue probablemente la única acción contundente que se tomó en Copenhague durante esos días.



Europa fue excluida de la elaboración de ese acuerdo final, perdiendo el papel de liderazgo que había jugado en el pasado en materia de cambio climático, como por ejemplo a la hora de negociar el Protocolo de Kioto. La marginación de la UE se entiende por la cada vez mayor importancia de China y demás potencias emergentes, pero también por su falta de ambición durante toda la cumbre: los Veintisiete no fueron capaces de mover ficha y aumentar la oferta de reducción de emisiones hasta el 30%, lo que hubiese supuesto un impulso enorme para las negociaciones. Algunos de los dirigentes europeos se lamentaron del decepcionante resultado de la cumbre, lejano a las aspiraciones de la UE, seguramente conscientes del papel secundario que había pasado a jugar Europa en un asunto de tanta importancia como es éste.

¿Pero cuál es el problema del acuerdo de Copenhague? El problema es que ni es ambicioso, ni es justo, ni es legalmente vinculante.

No es ambicioso porque, a pesar de que reconoce la gravedad del problema y la necesidad de mantener el aumento de temperatura por debajo de los 2ºC, no establece las medidas pertinentes para lograr ese objetivo. No se establecen objetivos concretos de reducción de emisiones a escala global, como hacía el Protocolo de Kioto, sino que permite a cada país aprobar las reducciones que considere oportunas. Prevalecen los intereses particulares de cada país por encima de las medidas urgentes que se necesitan para luchar contra el cambio climático. El reconocimiento de la gravedad del problema tampoco es ningún paso adelante, pues lo mismo se dijo hace 18 años en el artículo 2 de la Convención de Naciones Unidas para Cambio Climático, aprobada en la Cumbre de la Tierra de Río.

"El objetivo último de la presente Convención y de todo instrumento jurídico conexo que adopte la Conferencia de las Partes es lograr, de conformidad con las disposiciones pertinentes de la Convención, la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible."

No es legalmente vinculante porque no obliga a nada, lo único que hace es conceder un plazo (hasta Febrero del año 2010) para que los países presenten sus objetivos de reducción de emisiones, y tampoco establece medidas para verificar esos recortes. Ese plazo se cumplió sin que los países ofrecieran metas ambiciosas: tan sólo Noruega ha estado a la altura, ofreciendo una reducción de entre el 30 y el 40% para 2020.

No es justo porque no actúa con contundencia ante el cambio climático, lo que supondrá una tragedia en un futuro no muy lejano para muchas personas, sobre todo las más empobrecidas y vulnerables del planeta, que curiosamente no son las responsables del problema. Además, las medidas de financiación adoptadas, 30.000 millones de dólares entre 2010-2012 para adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, son claramente insuficientes, según se desprende de informes de diversas organizaciones como Oxfam o el Banco Mundial, o incluso de los cálculos de la propia UE, que estimaba un coste de adaptación mucho mayor (más de 100.000 millones de dólares anuales hasta 2.020). Tampoco se concretan de qué fuentes procederá el dinero, dejando la puerta abierta a una reducción de la ayuda al desarrollo. Hay que recordar que los países desarrollados están obligados por la CMNUCC a financiar la adaptación de los países en vías de desarrollo al cambio climático.

(Sigue leyendo este reportaje pinchando aquí)

Mi primer día en CONAMA


Esta mañana he estado en el CONAMA invitado por los amigos de Equo. Era el primer día de la edición de este año, la décima, y para mí, la primera vez que visitaba el Congreso. El CONAMA 10 recibirá alrededor de 10.000 visitantes, profesionales del mundo del Medio Ambiente que podrán participar en las muchísimas actividades (más de 100) que se han preparado para esta edición. En estas actividades se tratarán temas tan diversos como energía, movilidad urbana, biodiversidad, cambio climático, la tecnología aplicada al medio ambiente… Durante el CONAMA también se celebrará el 4º Encuentro Local de pueblos y ciudades por la sostenibilidad, y el Foro Hispano-Brasileño sobre Desarrollo Sostenible.

Entre las muchas actividades que se celebraban hoy, lo que más me interesaba era una charla organizada por APIA, la Asociación de Periodistas de Información Ambiental. En la charla, presentada por Luis Atienza y con el nombre de “Un recorrido por la información ambiental en los últimos 20 años”, han participado algunos de los más importantes periodistas medioambientales de nuestro país. Los protagonistas han hablado de algunos de los asuntos ambientales más importantes de cada uno de estos años, como privilegiados espectadores de los hechos que fueron, y ha merecido (y mucho) la pena estar allí para escuchar lo que tenían que contarnos. Uno a uno, han ido desgranando acontecimientos como la Cumbre de la Tierra de Río, la creación del Ministerio de Medio Ambiente, el vertido de Aznalcóllar, el Plan Hidrológico Nacional, el hundimiento del Prestige… Su enriquecedora y valiosa visión acerca de estos asuntos ha sido de lo mejor de esta conferencia, aunque también han tenido tiempo (no sé muy bien cómo, pues cada uno disponía de menos de 10 minutos) para tratar otros temas, como el futuro del periodismo medioambiental o la crisis que atraviesa el periodismo.



Después de la introducción de Luis Atienza (presidente de REE), Luis Guijarro, el presidente de APIA, ha defendido durante una breve y optimista intervención que “es la hora de la información ambiental, y colectivamente podremos hacer mucho por ella”. Después ha tomado la palabra Jose María Montero (de Canal Sur) para hablarnos de la Cumbre de la Tierra y de la crisis de la información especializada. “Si tengo que explicarlo, renuncio a contarlo”, pues según Montero, en los últimos tiempos el objetivo de los medios es la audiencia, no la rigurosidad informativa. Joaquín Fernández (definido por la moderadora, Josefina Maestro, como “el alma de APIA”), ha explicado que APIA surge con el objetivo de luchar por el periodismo medioambiental, que estaba muy marginado en nuestro país, y para formar a los futuros periodistas medioambientales. Ha dicho que las cosas han cambiado mucho en el periodismo desde que empezó APIA, y que los periodistas ambientales se enfrentan a grandes reto. A pesar de ello, ha acabado con un mensaje optimista: “APIA tiene futuro”. Espero no haberme equivocado de profesión...

Gustavo Catalán se ha centrado en las negociaciones internacionales sobre cambio climático y ha afirmado que “las cumbres internacionales se han convertido en un circo”. También nos ha contado cómo vivió en primera persona la tragedia de Aznalcóllar desde el helicóptero de Isabel Tocino. Para tratar el Plan Hidrológico Nacional hemos contado con la experiencia de Cristina Ribas, aunque de su intervención me quedo con el consejo que ha dado a los jóvenes periodistas: “Os animo a hacer periodismo medioambiental con un ordenador, buscando datos y analizándolos con criterio para llegar a conclusiones interesantes e inesperadas.” Coral García, responsable de comunicación de WWF, también se ha dirigido a los jóvenes e inexpertos periodistas presentes en la sala. Nos ha explicado que “el corresponsal novato tiene muchos hándicaps en una cumbre como la de Johannesburgo (con la que se estrenó con WWF): la sobreinformación, ya que hay que discriminar de entre muchísimas fuentes; y la invisibilidad, ya que es frecuente que las fuentes te ignoren cuando tienes poca experiencia.”

De entre todos los ponentes, tengo que admitir que al que más ganas tenía de escuchar era a Arturo Larena, el director de EFEverde, que es en mi opinión lo mejor que ha surgido últimamente en el mundo del periodismo ambiental. Él mismo ha definido EFEverde como “una plataforma global de periodismo ambiental.” Larena ha defendido que “el oficio de periodista siempre existirá, por mucho que cambie el periodismo en sí”, y que lo importante es “contar historias aportando criterio y calidad.” Rafa Serra, director de la revista Quercus, ha lamentado que “la información, los medios, trivializan la biodiversidad, tratándolo con una ligereza impropia, como si sólo se tratara de pajarillos.” Como consecuencia de esto, la importancia de la biodiversidad se escapa a la comprensión de la gente. Cuando concluya la 6ª extinción, “que nosotros mismos estamos provocando”, lo más seguro es que “ya no estemos aquí, con lo que habrá supuesto una especie de suicidio colectivo”. Ha cerrado la charla Clemente Álvarez, que ha hablado del enorme cambio que supone internet, que “quizá haga que la especialización en Medio Ambiente se quede corta, de modo que sea necesario especializarse aún más.”

Han hablado más ponentes, pero aquí he destacado las aportaciones que a mí me han parecido más interesantes. En el turno de preguntas, ante la queja de una mujer por lo poco que forman a la gente y opinan los periodistas ambientales, varios de los periodistas que han participado en la charla han reclamado su derecho a no hacer más que informar, como el resto de los periodistas. “Informar sobre Medio Ambiente es algo profesional, no tenemos que formar, tenemos que informar”, han concluido.

Después de la charla, he vuelto al stand de Equo (el nº68) para ver qué tal había ido la primera mañana. Por la cantidad de adhesiones al manifiesto que han conseguido puedo asegurar que ha ido muy bien, y es normal. Los profesionales del Medio Ambiente deben estar muy contentos por la llegada al desolador panorama político de un proyecto verdaderamente comprometido con valores como la sostenibilidad o el cambio de modelo productivo. Hay que avanzar hacia el futuro, “hay que tomar un nuevo rumbo”, como defiende el manifiesto de CONAMA.



Quiero aprovechar para dedicar este post a Jesús y Raúl, que tanto van a tener que currar esta semana, ya que gracias a ellos he podido asistir a la charla de hoy, una experiencia valiosísima para mi formación. Yo volveré a CONAMA el miércoles y el viernes por la mañana para echarles una mano con el stand de Equo. Si estáis por CONAMA, no os olvidéis de pasar a saludar: ¡hay manifiestos y chapas para todos/as!

domingo, 21 de noviembre de 2010

El Planeta de los estúpidos

Hace un par de días terminé de leer “El Planeta de los Estúpidos”, el último libro de Juantxo López de Uralde. El libro es un estupendo recorrido por su larga trayectoria en defensa del Medio Ambiente, y más que leerse, se devora (siempre y cuando el lector esté interesado en la naturaleza y el ecologismo, claro). Juantxo nos lleva desde los pinares de Vinuesa o las tardes viendo los documentales de Félix Rodriguez de la Fuente, cuando empezó su amor por la naturaleza y desarrolló la sensibilidad necesaria para dedicar su vida a defenderla, hasta la famosísima acción de la Cumbre de Copenhague que le hizo pasar las navidades entre rejas. Con aquella protesta querían denunciar el estrepitoso fracaso de la cumbre, y mostrarlo al mundo: “me cabe el orgullo de haber jugado una parte esencial en desenmascarar por una vez el juego.” Juantxo explica que durante esos días en prisión llegó a la conclusión de que merecía la pena contar “la historia de todo lo que llevó a aquel momento: los motivos que subyacen tras las acciones, qué nos lleva a los ecologistas a movilizarnos, las problemáticas que son de todos aun cuando muchos no quieran verlas…”


Con la narración de la acción de Copenhague empieza “El planeta de los estúpidos”, y poco a poco Juantxo nos va conduciendo a lo largo de su apasionante trayectoria como ecologista: los primeros años en la facultad de agrónomos, dónde participó en la formación GEDEA junto con otros compañeros de carrera, amantes de la naturaleza como él; la formación de COMADEN, embrión de Ecologistas en Acción; Phoracanta, una pequeña organización ecologista con la que luchó por nuestros bosques autóctonos durante los años 80; y por último su llegada a Greenpeace, la organización ecologista que sería su hogar durante más de 20 años. Juantxo ha dicho esta semana en una entrevista digital que “el libro es un buen broche para esta etapa que ya he cerrado”.

Uno a uno va desgranando los grandes problemas ambientales a los que se enfrenta nuestro planeta: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de los océanos, la destrucción de los bosques, la crisis de los combustibles fósiles… El libro no intenta ser una explicación científica, más bien un conjunto de reflexiones, una visión personal acerca de esos problemas. Una visión que ha ido forjando a lo largo de todos estos años en la primera línea del ecologismo. Por ejemplo, a la hora de hablar de la contaminación de los mares, rememora su lucha contra la incineración de residuos en alta mar con Greenpeace Internacional a bordo del Moby Dick.



También critica el sistema económico actual, que según Juantxo es el origen de la crisis ecológica. El problema es que el crecimiento económico infinito, base del sistema, es imposible en un mundo finito con recursos limitados. Ante esta situación, “el decrecimiento como paradigma gana cada vez más peso como herramienta de modificación de los comportamientos actuales, y como base para establecer una hoja de ruta hacia la sostenibilidad en el mundo desarrollado.” Este absurdo comportamiento, que Juantxo señala como causante de la crisis ecológica, es el que justifica el título del libro. Un título controvertido, que ha generado una cierta polémica en la red. Él explica muy bien en la introducción por qué decidió llamar así al libro:

“En un comportamiento inexplicable desde el punto de vista ecológico, estamos actuando como una plaga en nuestro propio medio, agotándolo y destruyéndolo. Desde el punto de vista del conocimiento humano, ese comportamiento no puede calificarse sino como estúpido.”

Juantxo acaba “El Planeta de los estúpidos” con un consejo sobre lo que puede hacer cada uno de nosotros para contribuir a defender la naturaleza: nos aconseja que apoyemos a alguna organización ecologista, y también que votemos verde. “Tal vez haya llegado la hora de los verdes también en España”, reflexiona Juantxo, pensando en los espectaculares resultados que está teniendo la ecología política en otros países, y seguro que también en Equo. Sostiene que la unión de los ciudadanos y de los distintos actores sociales es la única vía para resolver los problemas de la Tierra, pues es “radicalmente falso que estos problemas se puedan resolver con pequeñas acciones individuales”. Hace falta la acción colectiva, que todos nos unamos en la defensa de nuestro hogar común.

“El día que cogí la pancarta con el eslogan ‘Los políticos hablan, los líderes actúan’, Greenpeace estaba iniciando sin saberlo una nueva era en la lucha por la Tierra: la de las personas que actúan porque no se resignan a formar parte del planeta de los estúpidos. Porque el cambio es posible. Y la lucha ya ha empezado.”

sábado, 20 de noviembre de 2010

COP16 (Parte 1/3)

El anunciado fracaso de la Cumbre de Cancún y la inacción ante la crisis climática

A lo largo de los 18 años que han transcurrido desde la Cumbre de la Tierra hasta ahora han ocurrido demasiadas cosas como para mantener las esperanzas intactas. El mundo ha sido testigo de cómo las reuniones y las cumbres han ido pasando sin que los problemas se resolviesen. Aquella ilusión que emanó de Río ha sido dilapidada en demasiadas ocasiones de forma irresponsable por los dirigentes mundiales, más pendientes de las cuentas del corto plazo que de la salvaguarda del hogar común.

Juan López de Uralde, “El Planeta de los estúpidos”.

El 29 de Noviembre comienza en Cancún (México) la COP16, la 16ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). La posibilidad de lograr un acuerdo global ambicioso, justo y vinculante para sustituir al Protocolo de Kioto, cuyo primer plazo de compromiso vence en 2012, ya se ha descartado. El hecho de que Christina Figueres, la máxima responsable de la ONU para cambio climático, dijera el mes pasado que los países presentes en la cumbre "quieren abordar todos los temas, pero será imposible hacerlo en detalle", deja bastante claro que sigue faltando voluntad política para lograr acciones firmes contra el cambio climático, el mayor reto al que se enfrenta la humanidad en este siglo.

De modo que, ante la imposibilidad de llegar a un nuevo acuerdo vinculante, los delegados de los 193 países que participan en la COP16 se ocuparán de otros asuntos en los que hay mayor posibilidad de consenso. Figueres confía en que se logren "pactos integrales con resultados a corto plazo". Por ejemplo, se discutirá la creación del fondo para que los países desarrollados financien la mitigación y adaptación al cambio climático de los países en desarrollo, o avances en el Mecanismo de Reducción de las Emisiones por Deforestación y Degradación (REED), incentivando a los países que eviten la deforestación. La responsable de la ONU ha señalado que incluso para acordar estas medidas concretas hará falta "una voluntad política decidida". Esas otras medidas de las que se hablará en Cancún también son muy importantes, pues juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático y en el avance de las negociaciones. Por ejemplo, el acuerdo para detener la deforestación es una herramienta fundamental a la hora de reducir las emisiones, ya que la destrucción de los bosques, sobre todo los tropicales, libera inmensas cantidades de CO2 a la atmósfera. Al mes desaparecen casi 1 millón de hectáreas de bosques, una superficie mayor a la Comunidad de Madrid.

La jefa de la delegación de la UE en México, Marie Anne Coninsx, ha demandado resultados "concretos" y "ambiciosos" en la cumbre, en áreas como la "transferencia de tecnología, financiación internacional, medidas de mitigación y adaptación, proceso de medición-reporte y verificación (MRV), mercados de carbono, y deforestación". No habla de compromisos concretos en recortes de emisiones, pues ya están descartados de antemano en Cancún. "Los resultados de la COP16 deben permitir avanzar hacia un acuerdo global y vinculante, a ser posible en la COP17", ha dicho la representante de la UE.

De este modo, la UE intenta volver a jugar un papel más importante en las negociaciones sobre Cambio Climático, después de ser ninguneada por China y EEUU en Copenhague. Es difícil que esta situación se revierta en Cancún, pero de cualquier modo, la Unión Europea se esfuerza por transmitir el mensaje de que están a favor de establecer porcentajes de recortes de emisiones concretos, y lo más pronto posible. La postura oficial de la UE no ha cambiado desde Copenhague: Europa ofrece recortar sus emisiones un 30% para 2020 si se logra un acuerdo ambicioso y con esfuerzos comparables por parte de otros países. Aún así, cada vez más voces dentro de la Unión apuestan por ofrecer este recorte de forma unilateral. Europa ya ha acordado unilateralmente un recorte del 20%, dentro de su estrategia 20/20/20, pero ese recorte es insuficiente según las recomendaciones científicas.


Mientras tanto, la brecha entre países desarrollados y emergentes, liderados por EEUU y China respectivamente, no se ha reducido desde Copenhague. Los países desarrollados acusan a China de paralizar las negociaciones, y China responde argumentando que son los países desarrollados los que deben hacer el mayor esfuerzo a la hora de frenar el Cambio Climático. Conviene hacer una pequeña aclaración sobre la responsabilidad de los dos gigantes en esta materia. Entre ambos suman el 41% del total de las emisiones de CO2 a la atmósfera, China con el 21% y EEUU con el 20%. Pero hay una gran diferencia: las emisiones per cápita de Estados Unidos son 5 veces más elevadas que las chinas, y las emisiones históricas de EEUU son mucho mayores, por lo que el esfuerzo no puede ser el mismo. Además, hay que recordar que EEUU no ratificó el Protocolo de Kioto, y aunque China sí que lo hizo, no le obligaba a realizar recortes en sus emisiones de CO2 por ser un país en desarrollo. El principal escollo que plantea Pekín es que no acepta que sus emisiones de carbono se verifiquen externamente, pues considera que eso iría contra su soberanía nacional.

Los países desarrollados exigen transparencia total en el caso de un eventual acuerdo, de hecho, EEUU se ha cerrado en torno a este argumento, bloqueando tanto como China (o más) el proceso de las negociaciones climáticas. A pesar de estos problemas, China es consciente del devastador impacto que el Cambio Climático puede suponer para su población y su territorio; ya se notan sus efectos en el país asiático, y por eso ha aprobado medidas en los últimos años destinadas a reducir sus emisiones. Entre estas medidas, destaca la reducción de la intensidad de carbono (emisiones de CO2 por unidad de PIB) en un 45% para 2020 respecto a los niveles de 2005, o la ley que obliga a que en 2020 el 15% de la electricidad proceda de fuentes renovables.

Los expertos coinciden en que no se puede dejar a las nuevas potencias emergentes (China, Brasil, India…) al margen de la lucha contra el Cambio Climático, pues sus emisiones de CO2 suponen cada vez un porcentaje mayor respecto al total mundial. Del mismo modo, no se les puede exigir el mismo esfuerzo que a las naciones industrializadas, responsables históricas del aumento de CO2 en la atmósfera. A esto se le llama "principio de responsabilidad común pero diferenciada" o "agravio comparativo". Los países en desarrollo, aglutinados en torno al G77, han manifestado en repetidas ocasiones su interés por combatir el Cambio Climático, pero demandan para ello apoyo financiero y tecnológico por parte de los países industrializados, además de la garantía de que cualquier acuerdo al que se llegue debe reconocer su derecho a desarrollarse económicamente.

Este es, a grandes rasgos, el panorama existente antes de la cumbre de Cancún. El enfrentamiento entre China y EEUU, la escasa ambición de la Unión Europea, y sobre todo, la imposibilidad de renovar el protocolo de Kioto, cuyo primer plazo de compromisos concluirá el año que viene. Para entender mejor este estancamiento de las negociaciones internacionales conviene recordar el fiasco que supuso la COP15, la Cumbre del Clima de Copenhague que se celebró el año pasado y que supuso para muchos una tremenda decepción.

(Puedes seguir leyendo este reportaje pinchando aquí)

Camino a Cancún

Ya queda poco para la COP16, la 16ª reunión del UNFCCC (Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático). La Cumbre de Cancún empieza el día 29, y todo apunta a que va a ser una nueva oportunidad perdida en la lucha contra el cambio climático. Al contrario que la Cumbre de Copenhague del año pasado, que tantas expectativas generó, parece que poca gente está interesada en lo que pueda pasar en Cancún dentro de unos días.

No se encuentra nada en los medios, y tampoco las ONG están presionando con la intesidad de las semanas previas a Copenhague. Supongo que no merecerá mucho la pena invertir esfuerzo en una cumbre cuyos protagonistas han sentenciado antes de comenzar. Si al menos hiciesen un poco de caso a Governator...

De momento los ecologistas españoles están trabajando para que la Unión Europea suba su oferta de recorte de emisiones al 30% de forma unilateral. Hace un par de días Greenpeace sacó un simpático vídeo, "Estoy caliente", para presionar en ese sentido:



Aprovechando que nadie escribe sobre Cancún, he preparado una especie de reportaje sobre lo que nos podemos esperar de la Cumbre, además de algo de trasfondo acerca de las negociaciones internacionales sobre cambio climático. Como es un poco largo, lo sacaré en 3 partes. Espero que os guste.

Edit: Parte 1, Parte 2, Parte 3

jueves, 18 de noviembre de 2010

Los "invasores"



“Este documental es un intento de que la sociedad abra los ojos ante un hecho que ya es una realidad. Los invasores ya están aquí, y están para quedarse”. Con estas palabras, el naturalista Luis Miguel Domínguez presentó ayer en la Casa Encendida, ante un público bastante numeroso, su nuevo documental “Invasores”. Pudimos disfrutarlo como parte del 8º Festival Internacional de Televisión sobre Vida y Ecología Urbanas. El documental muestra uno de los más graves problemas a los que se enfrentan nuestros ecosistemas y nuestra biodiversidad en la actualidad: son las especies invasoras, especies exóticas que son introducidas por el ser humano en un lugar que no les corresponde por naturaleza. Para entender la gravedad del problema sólo hace falta un dato: el 40% de las especies que se extinguen en España lo hacen debido a la acción de las especies invasoras. Es, por tanto, el segundo mayor problema al que se enfrenta la biodiversidad, tan sólo superado por la pérdida de hábitat. A pesar de ello, la sociedad no conoce este asunto, “y por eso lo estamos poniendo encima de la mesa”, sostuvo Luis Miguel.

“Invasores” es un estupendo relato acerca de esta terrible problemática ambiental, fruto de dos años de trabajo, y articulado en torno a unos cuantos casos significativos de especies invasoras que ya se encuentran bien establecidas en nuestro país. ¿Por qué han llegado hasta aquí estos animales? Por muy distintos tipos de acciones humanas: el mejillón cebra llegó al Ebro pegado al casco de algún barco, los coipús y los visones se escaparon de granjas peleteras, el mosquito tigre viene empujado por el cambio climático… En otros casos, como el del mapache o la culebra real de California, se trata de mascotas que han sido abandonadas por sus inconscientes propietarios, cansados ya de su estrafalario capricho. “Los invasores han pasado de ser caprichos consumistas a bombas biológicas que pondrán patas arriba los ecosistemas”, dijo Luis Miguel con evidente (y comprensible) indignación. Domínguez es partidario de aprobar leyes estrictas que acaben con la comercialización y tenencia de animales como éstos, que causan estragos en el medio natural cuando son abandonados.

En el documental sólo se habla de especies animales, aunque como señaló Luis Miguel en la charla posterior a la proyección, la flora invasora (como el jacinto de agua) también es un gravísimo problema, mayor incluso que el de la fauna. Al mismo tiempo defendió que desde un punto de vista cinematográfico es más atractivo filmar un visón que un alga. Y es que Luis Miguel quiere que la naturaleza encuentre su hueco en el mundo audiovisual, de hecho, presentarán la película a los Goya del año que viene.

Las especies que protagonizan el documental son, y espero no olvidarme de ninguna: el mapache, que se ha establecido en el Parque Regional del Sureste de Madrid; la culebra real de California, que ha invadido la isla de Gran Canaria amenazando las exiguas poblaciones de reptiles de la isla; el caracol manzana, que está poniendo en peligro los cultivos de arroz del Delta del Ebro; el mejillón cebra, que es una auténtica plaga en gran parte de los ríos del país; el picudo rojo, un insecto que está acabando con las palmeras de toda España; el mosquito tigre, que empujado por el cambio climático está infestando algunas partes de Cataluña; el coipú, que de momento mantienen a raya en el área del río Bidasoa; el siluro, un gigantesco pez que está devorándolo todo en algunos pantanos aragoneses; y el visón americano, que ya se ha asentado en Galicia y está empezando a llegar al Parque Nacional de las Islas Atlánticas, amenazando la riqueza natural de las islas.

La charla que se desarrolló después de la proyección fue muy instructiva e interesante: Laura Capdevilla, coordinadora del GEIB (Grupo Especialista en Invasiones Biólogicas) y participante en la charla, destacó al mejillón cebra como el que más daño está haciendo en la actualidad, al menos económicamente. Según datos del documental, 100 millones de euros al año, que se convertirán en 1.000 en un plazo de 5 años si no evitamos que llegue a las cuencas hidrográficas que aún no ha infestado (Tajo, Guadalquivir).



¿Cómo se puede acabar con este problema? Según Laura, “con las especies que hemos visto en este documental, ya sabemos que la erradicación es casi imposible. Lo que hay que hacer es intentar controlar a los invasores que ya tenemos aquí, pero sobre todo, empezar a prevenir.” Luis Miguel también incidió en el aspecto de la prevención: hay que evitar que vengan más invasores, y el modo de hacerlo es controlarlos, ilegalizar su entrada… Aún así, no existe un marco legislativo europeo que trate este problema. En España se está trabajando en ello, según explicó José Jiménez, Director de Medio Natural del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, otro de los participantes en la charla. Dentro de poco se va a presentar una nueva legislación que consistirá, principalmente, en un catálogo de las especies invasoras que ya tenemos aquí y las que son potenciales invasoras, y éstas últimas no podrán entrar en el país. España se ha adelantado en este sentido a los demás países europeos o, mejor dicho, está siendo menos lenta, porque ya hace bastante tiempo que se necesita una legislación que trate este tema (no hay una legislación comunitaria común al respecto).

Al final de la charla, se animó a los presentes a “cacarear” la palabra y promocionar la película. Yo lo hago porque este es un problema medioambiental muy grave del que todo el mundo debería ser consciente, ya que aunque parezca que sólo las autoridades pueden ocuparse de ello, muchas veces somos los propios ciudadanos los culpables de la proliferación de estos invasores. La primera y más básica forma de prevenir estos problemas es educando y concienciando, y ahí es donde "Invasores" juega un papel importante.

La película se puede ver en el Pequeño Cine Estudio, en la calle Magallanes, 1. ¡Os garantizo que no os arrepentiréis de ir a verla!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

CONAMA 10: Ahora, más que nunca

La semana que viene se celebra en Madrid el 10º Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA). Este Congreso, que se celebra de forma bienal desde hace 18 años, es un encuentro multisectorial de profesionales del Medio Ambiente, dedicado a la promoción de la Biodiversidad. Este año han invitado a un país por primera vez, Brasil, y en este blog se puede seguir todo lo relativo a la participación de Brasil en el Congreso. También vendrá Marina Silva, líder del Partido Verde brasileño, que consiguió el 20% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. (Edito: Finalmente, Marina Silva no intervendrá en la sesión sobre Felicidad Interna Bruta, en la que estaba pendiente de confirmación). Durante el CONAMA se celebrarán más de 100 actividades de ámbitos tan diversos como energía y cambio climático; economía; retos urbanos (movilidad y edificación); territorio y desarrollo rural; biodiversidad; agua; calidad ambiental; tecnología e innovación; y sociedad.

El manifiesto del CONAMA 10 se llama "Ahora, más que nunca" (también es el lema de este año), y habla de la necesidad de avanzar hacia un mundo más sostenible, de un cambio profundo que renueve los actuales modelos socioeconómicos y nuestro modo de relacionarnos con el entorno. Este es el manifiesto:

Ahora, más que nunca

Ahora, más que nunca, se necesita actuar y dar un fuerte giro de timón hacia un mundo más sostenible. La crisis económica y financiera ha mostrado la urgencia de remodelar los modelos de producción y consumo actuales: Hay que aprovechar esta coyuntura para introducir los cambios que desde hace años venimos reclamando desde el sector ambiental, para conseguir reducir la huella ecológica de nuestro desarrollo. La crisis nos ha dado la razón. No dejemos escapar esta oportunidad histórica para tomar un nuevo rumbo.

Ahora, más que nunca, tenemos que salvaguardar nuestro capital natural. Por deber ético con todas las formas de vida del planeta y por responsabilidad con nosotros mismos, pues de la biodiversidad y de los recursos naturales depende también la economía y las sociedades humanas. El nuevo modelo que reclamamos no puede seguir permitiendo la destrucción de la que es nuestra propia garantía de futuro.

Ahora, más que nunca, hace falta invertir en sostenibilidad, contando con sus tres vertientes, la económica, la ambiental y la social, de forma integrada. No podemos permitir que la crisis suponga todavía más recortes en el gasto ambiental o social. Lo que hacen falta ahora son nuevas soluciones. Por ello, hay que evitar que la drástica reducción de las inversiones deje sin capacidad de reacción a los sectores más sostenibles que deberían justamente convertirse en motores del cambio y que podrían ayudar a relanzar la economía, una nueva economía verde.

Ahora, más que nunca, hay que demostrar que la sostenibilidad es capaz de generar bienestar y empleo. Para esto no bastan acciones aisladas o de pequeño alcance, se requieren grandes transformaciones que engloben todos los ámbitos de la sociedad española. Podemos (y debemos) hacerlo. Porque el país lo necesita ahora y porque supone situarnos, esta vez, en la vanguardia mundial que lidera este proceso necesario para la Humanidad.

Ahora, más que nunca, debemos darnos prisa. Desde hace décadas, se lleva alertando de la urgencia de acometer este cambio hacia la sostenibilidad, pues el tiempo constituye un factor determinante en muchos de los desafíos ambientales a los que se enfrenta el mundo. Esta exigencia es todavía más acuciante hoy en nuestro país: Por la oportunidad histórica que se ha abierto ante nosotros y por solidaridad con las personas a las que más está afectando esta crisis.

Ahora, más que nunca, hay que pensar en el mañana. No valen soluciones de urgencia y de visiones cortoplacistas, hacen faltan estrategias firmes con objetivos a medio y largo plazo. Sólo marcando hasta dónde queremos llegar, podremos encontrar el camino hasta allí, sin perder más tiempo.

Ahora, más que nunca, la sociedad debe implicarse en un proceso de cambio que necesita de todos: de líderes políticos comprometidos, de profesionales capacitados, de empresas con visión de futuro, de agentes sociales y económicos que actúen proactivamente para construir en España un modelo de desarrollo que nos permita mirar el futuro con optimismo.

Ahora, más que nunca, es necesario colaborar, encontrar sinergias, optimizar recursos y trabajar en red. Unamos esfuerzos para convertir esta situación difícil en la salida que estábamos buscando hacia una sociedad más sostenible. No repitamos los mismos errores del pasado y aprendamos la lección de esta crisis.



Yo ya me he adherido, ¿y tú?

Estaré ayudando en el stand de Equo el miércoles y el viernes por la mañana, y espero poder aprovechar para dar una vuelta e introducirme un poco en esto del mundo del Medio Ambiente. Por cierto, me gustaría señalar que encuentro bastantes similitudes entre "Ahora, más que nunca" y "Es el momento", el manifiesto de Equo. ¿Por algo será, no?